sábado, 26 de marzo de 2016

"El Sacrificio de Peón" o el match Spassky- Fischer



MI PARTICULAR MATCH SPASSKY- FISCHER


 En aquel barrio de casas de madera el ajedrez era un exotismo. Apenas juegan dos? Sentados? Moviendo fichas? En la barriada pobre, el niño que no jugara futbol se encontraba bajo sospecha. El ajedrez o cualquier cosa que se le pareciera, era una cosa para debiluchos, desadaptados y cabezones.

Mi padre era un comunista disciplinado de manera que en casa solo había  aplausos para los osos siberianos. A los soviéticos se les perdonaba todo. Los crímenes de Stalin eran inventos de la prensa aliada y los Gulags eran delirios de escritores sin oficio. 

En esas circunstancias, Fischer se convirtió en mi primer ídolo de carne y hueso. El club de fans se reducía a tres miembros en aquella escuelita pública (Holguín,  Loaiza  y yo). A mí me tocaba más duro porque lo admiraba en silencio. Confesarlo públicamente  me habría llevado a  la hoguera.

En un mundo en blanco y negro donde la televisión se proyectaba en sombras chinescas y los periódicos circulaban en el centro de la ciudad, solo quedaba la radio como aliada de las noticias. El gran Bobby perdió en el debut y no se presentó a la segunda. Mi padre aplaudía,  yo lloraba. Que le pasaba a mi héroe? Se le había fundido la sesera al quijote yanqui?

Todo el mundo especulaba. Pero lo lindo de la historia es que por primera vez un ajedrecista era noticia de primera plana, en un mundo dominado por boxeadores y futbolistas.

Que Bobby se enloqueció,  que los rusos le mandaron radiaciones, que un mentalista espía le había enviado una especie de mal de ojo para perturbarlo.  En la guerra fría todo era posible.

- “Los rusos son la suprema inteligencia- decía el director del Partido Comunista del barrio - mire nomás como derrotaron a Hitler y como llegaron a la luna”

Nosotros desconcertados: Y el hombre nuclear? Y los protagonistas de la seriedimensión desconocida”? No pueden hacer nada?  Rescatar a Bobby de las garras comunistas?.

 Fischer se ganó la chapa de avaro porque pidió que se aumentara la bolsa. La radio avisó que un ricachón británico había generosamente donado el resto de la plata. “Si ven?- volvió a anotar el jefe del Partido- Spassky juega por amor a la patria, al gringo solo le interesa el billete”

Finalmente el premio quedó en 250.000 dólares, una bicoca si la comparamos con los 2.5 millones de dólares de la pelea Ali-Frazier . Las noticias no eran alentadoras, pero cuando se reanudó el juego y la radio informó que el ruso se había puesto de pie para aplaudir la combinación genial del gringo, nosotros entramos en delirio. Los comunistas no lo tomaron como un gesto de caballeros sino como una afrenta:

-      - Para el camión y a Siberia , con ese payaso!!! - Gritó el jefe del Partido.
Fischer había inaugurado la era viral. Lo había logrado sin ser rock star, ni guerrillo, ni futbolista, ni milico. Solo contra el mundo y no es una exageración: solo contra el imperio ruso, solo contra los judíos (siendo él mismo semita), solo contra la Federación de Ajedrez, solo contra sí mismo.

1 comentario:

Geholm dijo...

Brutal, el demostrar que lo importante era lo que él pensó y honró al aplaudir. El ajedrez no es precisamente para débiles, es para quienes en realidad usan la cabeza y logran ver más allá de la nariz