Nooooo - Filminuto from Ventana Indiscreta on Vimeo.
lunes, 27 de octubre de 2014
sábado, 11 de octubre de 2014
De Cinefilia, Youtube y Vértigo
(Introducción al Diplomado de
Actuación para Cámaras y Dirección de Actores. Estudios Takeshima Cali Octubre
2014)
Mi
generación vio cine desde siempre. No me refiero a los mensajes audiovisuales
de la televisión. Hablo de las películas de largometraje. Y en dobletes, además. Hoy, escucho a los
profesores de bachillerato quejarse de que los chicos no aguantan más allá de
15 minutos de cine y quedo en stop motion.
Quizás nosotros éramos más contemplativos. Pre-modernos, al fin.
Entonces la televisión apenas despuntaba como industria y el invento del
Control remoto nos sorprendería cuando ya no nos interesaba mucho. O ya
estábamos intoxicados de cine. La cinefilia no tenía reversa.
Peter
Greenaway ha dicho que el cine murió el 31 de septiembre de 1983 (fecha oficial del
lanzamiento comercial del control remoto). Ese día, el cerebro del ser humano
se partió en pedazos y viajó a la post-modernidad. Pasó de la totalidad a la
fragmentación. De la Unidad a la sopa de
letras. No quiero decir con esto que seamos mejores. Lo terrible para nosotros,
es que corremos el riesgo de ir atrasados con respecto a las nuevas miradas, al
discurso crossover.
Nos
tocó hacer cursos acelerados de filminutos, de multimedia y de IPhone. Pero la
paradoja del asunto (y es ahí cuando la serpiente se muerde la cola) es que el cine inició así: con filminutos de
una calle cualquiera, con 59 segundos de gente abandonando una fábrica. Antes
de eso, en la prehistoria, Tomas Alva había filmado un estornudo de 20
segundos. Toda una conquista épica del siglo XIX. “El
hombre imaginario” del que habló Edgar Morin en un clásico texto se ha
transmutado en muchos hombres imaginarios. Múltiples miradas. Combinaciones
insólitas de géneros, soportes y exhibiciones.
Sin
embargo, frente a este panorama que apenas inicia con Youtube y que no sabemos
a dónde nos va a llevar, el cine clásico sigue siendo un bálsamo. Puede un chico de bachillerato soportar “El
Pequeño gran Hombre” con casi tres horas de duración donde Dustin
Hoffman atraviesa un siglo de existencia y arranca con 20 años de edad para
llegar a 120? Donde el General Custer muere loco soñando con el exterminio de
los aborígenes mientras éstos lo
atraviesan, a él y a sus hombres, a flecha limpia?
Hoy vemos, en reestreno personal, a “Vértigo”
y descubrimos nuevas cosas, nos descubrimos a nosotros mismos, nos delatamos en
la barriga (que cada vez se parece más a la de Hitchcock).
Y que
tiene que ver esto lo que hoy nos convoca? Que tiene que ver con la narración?
Todo. Para ilustrarla una pequeña anécdota:
En un
Festival de Cine, Terry Gilliam abordó el eterno tema del
cine de poesía y el cine de prosa. Dijo que siempre le increpaban que el cine
se había vuelto monótono y monotemático queriéndose parecer a la literatura y a
la cuentería. Con una sonrisa macabra,
propuso:
- Ok , viajemos en el tiempo . Quienes me acompañan? Nos llevamos unos expertos mercenarios , de
esos hacen “operaciones limpias”. Nuestra misión es matar a Chaplin , Griffith, Mack Sennett y demás cultores del cine narrativo. Luego secuestramos a Monet, Picasso y a Dalí y los obligamos, fusil en
mano, a que hagan películas a su manera. A que realicen pintura en movimiento.
Al
sonreír, como sonríe Gilliam, daba a entender que inevitablemente el cine
llegaría a narrar en imágenes. A contar una historia y a robar. A robar a todo
el mundo, porque es el arte saqueador por excelencia. De esos asaltos es que
hablaremos en esta primera parte.
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domingo, 5 de octubre de 2014
Película LOS HONGOS: Otro aerosol en la pared
En 1974 Richie Ray y Bobby
Cruz lanzaban el hoy clásico Gan Gan y Gan Gon(*), un tema true story inspirado en dos chicos pilluelos quienes aplicaban el bullyng allá en Monteadentro.
La película Los Hongos arranca con la descarga de Richie como si del cliché
salsero se tratara. Pero, con ironía, el director nos conduce a otro camino: hoy
la true story es bien diferente.
Calvin y Ras deambulan, sobreviven, caminan, patinan, pintan con modorra. Como
si la adrenalina de Rodrigo D: No futuro
se hubiese ralentizado.
Ya no es la Medellín de los jovencitos
sicarios, Es la sucursal del cielo, gobernada por sultanes y emires. Las
caleñas no son como las flores, más bien crecen como hongos al pie de un
puente.
Es la película Los Hongos un alegato sobre el tiempo
libre? Sobre el abismo generacional? Sobre la desesperanza? sobre una ciudad
que nos quieren ocultar?
Por supuesto. Los Hongos no plantea una mirada
compasiva, ni de lamentos. Los personajes apenas pueden respirar. Porque los hongos son organismos que no alcanzan a ser
animales, ni llegan a la categoría de vegetales. Viven al filo de los reinos,
crecen por ahí a la vera de la muerte y, sin embargo, los hongos son vida.
La sociedad puede prescindir
de ellos. No facturan impuestos, no consumen salvo dos o tres porros. Y deja un
sabor amargo saber que si la película continuara más allá de los créditos finales,
la situación de Ras y Calvin seria invariable. Están atrapados en una ciudad donde
todos somos prisioneros: desde el gomelo hasta el pastor cristiano.
Por un cine Imperfecto
En aquel célebre manifiesto,
los cubanos clamaban por un cine imperfecto(**). El texto no se refería a la imperfección técnica. Hablaba a nivel dramático y a nivel
situacional. Nuestras historias son imperfectas porque son producto de una
sociedad descompuesta. Un cine perfecto siempre será alienante y tendrá su
veneno ideológico.
“Todo buen cine tiene algo de amateur”- suele decir Fernando Trueba ,
el estrábico-cinéfilo. Y Los Hongos
respira una imperfección y un amateurismo
que la hace auténtica, honesta. Es una historia salida de las entrañas de la
Sucursal del cielo. Acá no se tira paso, se tira filo. No se azota la baldosa,
se adora al Dios Rata. Ni siquiera los salva el amor tan de moda en el
melodrama salsero.
He leído, en periódicos perfectos, que la película tiene
demasiadas sub-tramas, y que por ello se vuelve dispersa. No lo creo. Si no
fuera por los personajes que gravitan alrededor de Gan Gan y Gan Gon no entenderíamos
sus desdichas y su soledad. Una madre con raíces africanas que le regala la
libertad a un pastor cristiano, un pastor cristiano que invita a votar por el candidato
traqueto, un papá jodido, tinterillo, que se quedó pasmado en su sueño emulando al
inquieto anacobero, una abuela al final de sus días recordando su lindo pasado
rural, un cuerpo policial indolente. Y al fondo, los chicos que ni siquiera les
alcanza para ser pilluelos. Ellos seguirán hibernando, completando el último
eslabón de la vida en medio de la muerte
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* Para disfrutar al gran Richie Ray con su compadre Bobby Cruz ir a: https://www.youtube.com/watch?v=WrywXkkvMaM
** Julio García Espinosa publicó el manifiesto “Por un cine imperfecto” en 1970. Leer texto completo en: http://fido.palermo.edu/servicios_dyc/blog/images/trabajos/6923_22214.pdf
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* Para disfrutar al gran Richie Ray con su compadre Bobby Cruz ir a: https://www.youtube.com/watch?v=WrywXkkvMaM
** Julio García Espinosa publicó el manifiesto “Por un cine imperfecto” en 1970. Leer texto completo en: http://fido.palermo.edu/servicios_dyc/blog/images/trabajos/6923_22214.pdf
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